viernes, octubre 16, 2009

EL DISCURRIR AZUL Y LA MIRADA ESMERALDINA


El propio visitó a su ser durante una temporada (en abril, mayo, junio, de hace años) y le informaba detalladamente a su vida cotidiana, y pudo conocer por sí mismo el funcionamiento de el en otro tiempo, en el pasado, antaño, en el mundo anterior a la inteligencia, con cuyo estallido comenzaron muchas cosas que, en el fondo, todavía no han dejado de comenzar. En el principio del pensamiento, el arte se vive con un sentido enteramente diferente al habitual y que desecha la manzana de Eva.


El arte está íntegramente dedicado a narrar minuciosamente desde la primera pulsión del comienzo ligeramente clareado y azul del ver. Por las discretas manifestaciones del amor, del vínculo que se hospeda en la aparente continuidad suya. La cultura trufada de citas literarias, y referencias al discurrir de la razón es siempre falsa y entorpecedora.


Cuando se aproxima el momento en que, según lo proyectado, debe realizar la obra; coge inesperadamente un vericueto, y descubre que tiene infinitas bifurcaciones más. Aceptar y acompañar, hacer y caminar y se le ordenan, aguardan, ven, el misterioso principio del origen de la vida.


Solo son sentidos la fluidez, el despojo, el estar y otras afines, sobre las que se empieza a mirar y contemplar. Sin reflexionar acerca de qué es lo que distingue a la vida de la muerte, y a la materia viva de la materia inerte…


Una gran conmoción con el tiempo, ¡es su lenguaje!…su lenguaje.


Amo la literatura, la música, el cine, …son otros lenguajes.

Texto de Alejandro Reino publicado en el catálogo VANITAS FIRST ROUND